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jueves, 27 de octubre de 2016

LA METAMORFOSIS DE MESSIANO CLONALDO


El delantero más prometedor de la liga
No es nada fácil conducir con una sola mano. Aun es más difícil si toda tu atención está concentrada en la pantallita del móvil. Y si además conduces a 140 Km/hora por una carretera secundaria llena de curvas, la probabilidad de tener un accidente es muy elevada. Eso es lo que le sucedió a Messiano Clonaldo, el delantero más prometedor de la liga. Vio el tractor nada más pasar un cambio de rasante, cuando ya lo tenía encima. Rápido de reflejos como era, aun tuvo tiempo de dar un volantazo y regatear (era su especialidad) aquella mole de metal, pero la maniobra fue tan brusca, que su descapotable rojo se salió de la vía, y después de unas cuantas vueltas de campana, terminó plegado como un acordeón en el fondo de la cuneta que un día fue el cauce de un riachuelo seco.

Luego de juvenil con la selección sub-16

mientras caminaba por un oscuro túnel hacia una luz...
Como suele ocurrir en tales trances, en apenas tres segundos Messiano contempló un vídeo biográfico, una especie de trailer resumen de toda su trayectoria vital y deportiva. Se recordó a sí mismo jugando en los infantiles del Racing, luego de juvenil con la selección sub-16, después aquel golazo por toda la escuadra en Riazor, su debut en primera (el segundo debutante más joven de la Historia), la final de la copa… Ahí estaba todo resumido. ¿Todo? ¡Vaya mierda de resumen!, pensó mientras caminaba por un oscuro túnel hacia una luz cálida y cegadora. Se han dejado mi gol de cabeza que arrasó en YouTube, el hat-trick en la previa de la Champions, y mi fichaje por… Una mano huesuda y fuerte tirando de su brazo, le interrumpió bruscamente. ¿Quién eres? Soy San Pedro. ¿Sampedro el del Rayo? ¡Qué rayo ni qué leches, soy San Pedro el del cielo!, el del rayo era Zeus. A ese no le conozco. Ya, bueno, ven conmigo, verás, el Jefe quiere hablarte. ¿No será el presidente ese ruso del Chelsea?, si quiere algo, que hable con mi representante, yo por menos de cuarenta millones, que es la cláusula de… Que no coño, que no es el presidente, bueno, Presidente sí es, pero ruso ni hablar, con lo ateos que son los rusos…

te he visto jugar, yo lo veo casi todo
Siéntate y espera aquí –le ordenó-, ahora está ocupado con lo del cisma del Psoe, pero no tardará. Messiano se quedó solo en aquella luminosa estancia repleta de libros. Nunca habría supuesto que pudieran existir tantos ¡Vaya pedazo de biblioteca!, exclamó dando un prolongado silbido. Al cabo de medio minuto dio otro silbido y exclamó ¡vaya pedazo de biblioteca!, y como ya no se le ocurría nada más, sacó el móvil del bolsillo, y se puso a mirar cuánto habían crecido sus seguidores en twitter. Estaba viendo un vídeo en el que aparecían unas rubitas disfrazadas de gallinas bailando una bachata, cuando entró en la biblioteca un anciano de aspecto venerable con barbas y una larga túnica. Hola, dijo, y como la rutilante estrella futbolera, el gran pelotero, no le hizo ni caso, insistió, ¡He dicho hola! El chico le miró un instante, contestó: ah, hola, hola, y volvió a sus gallinas bailarinas mientras reía y se balanceaba en la silla al compás de la música. El anciano le arrebató el móvil y lo guardó entre los pliegues de su túnica. ¿Sabes quién soy? ¿Santa Claus? Frío, frío. ¿Un hippie? Pues no, tampoco soy un hippie, soy Dios Padre, y tú eres Messiano Clonaldo, el pelotero más prometedor de la Liga, te he visto jugar, yo lo veo casi todo, ¿sabes?, y me gusta cómo juegas, por eso estás aquí, eres uno de los mejores peloteros, tu estilo me recuerda a Diego Metadona, y en el uno contra uno eres más hábil que Clonaldo y que Clonaldinho, así que aunque no hayas hecho ningún mérito fuera de los estadios, te voy a conceder la gracia de que te quedes con nosotros, aquí podrás gozar la dicha eterna, ¿qué me dices?

y tomando uno de los libros, lo ofreció al joven
Ni lo sueñes, abuelo, se apresuró a contestar el astro, precisamente ahora que se me disputan el Barça y el Manchester, no puedo quedarme ni aunque paguéis la cláusula de rescisión enterita. Me voy, dijo poniéndose en pie. Espera un poco, rogó el Todopoderoso, y tomando uno de los libros, lo ofreció al joven: lee esto antes de decidirte. Messiano abrió el libro por la primera página y leyó la primera línea: Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo… Luego midió entre sus dedos las páginas que le quedaban por leer, y con aire retador sentenció: no se quién coño es ese Gregorio Samsa, ni en qué equipo juega, y se lo advierto, no me quedaré aquí ni un minuto más. El Señor suspiró profundamente y concedió: sea como quieres, vuelve y afronta tu destino.

empujar más y más su bola de estiércol
Un momento después, a escasos metros del vehículo destrozado y aun humeante, en el cauce seco del río, un escarabajo pelotero se afanaba empujando una bola de estiércol más pesada que su propio cuerpo. Lo hacía magníficamente. Sus élitros dorsales brillaban con el sol de mediodía, dibujando unas irisaciones verdosas. En su diminuto cerebro sólo cabía una idea: empujar más y más su bola de estiércol hasta llegar a su cubil, para poner en ella sus huevos, cuyas larvas disfrutarían de suficiente alimento para desarrollarse como Dios manda. Sin duda era un pelotero formidable.
Dios Padre lo estaba mirando. Como Él mismo había admitido hacía sólo un momento, podía verlo casi todo. Devolvió a su estante La metamorfosis de Kafka. Desde luego, hay que reconocer que el chico es voluntarioso, se dijo. Lástima que no le gustara nada la lectura.

¿Cómo se supone que la educación me va a hacer más listo? Al contrario, cada vez que aprendo algo nuevo, algo que ya sabía desaparece de mi cerebro. ¿Recuerdas cuando hice ese curso de fabricación de vino en casa, y se me olvidó conducir? Homer Simpson.



lunes, 24 de octubre de 2016

ALBERT EINSTEIN Y EL AMANECER DE LA NUEVA FÍSICA


Aristóteles, Newton... y naturalmente Einstein. De estos tres gigantes de la Historia científica, Einstein es el tercero cronológicamente, pero en talento puede emparejarse con sus predecesores. Albert Einstein, el mayor genio de la época contemporánea, nació en Ulm, Alemania, en 1879. En 1901 obtuvo la ciudadanía suiza, y en 1940 agregó a esta la estadounidense. A menudo renegó de los nacionalismos. Cuando conoció en Barcelona al anarquista Angel Pestaña, que le explicó el significado de las siglas CNT, Einstein le propuso eliminar la “N” de Nacional, por sus connotaciones violentas. En otra ocasión dijo: si mis teorías son correctas, los alemanes proclamarán que soy alemán y los franceses dirán que soy ciudadano del mundo. Sin embargo, si estoy equivocado, los alemanes recordarán que soy judío y los franceses insistirán en que soy alemán. En cualquier caso, un tipo con una mente privilegiada como la suya, puede ser de donde quiera, igual que los bilbáinos.


Siendo un bebé de pañales, su familia se trasladó a Munich, donde pasó su infancia. El pequeño Albert no comenzó a hablar hasta los tres años. Fue un niño normal, acaso algo retraído, pero de ninguna manera tan solitario y poco sociable como lo han querido pintar algunos de sus biógrafos. Sacaba muy buenas notas en las asignaturas de ciencias, y no tan buenas en las de letras. Siempre recordó los libros de divulgación científica que leyó en su infancia. Su autor era Aaron Bernstein, y a él corresponde la gloria de haber despertado en su joven lector la pasión por la ciencia. Su madre le daba clases de violín, un instrumento que le acompañó durante toda su vida. Otra cosa muy distinta era la disciplina. En su instituto, como en todos los de Alemania, reinaba un régimen militarizado impuesto en la enseñanza por el gobierno de Bismarck. Albert no se adaptaba bien a aquella rígida disciplina prusiana, y a menudo sufrió castigos. El taller de maquinaria que regentaban su padre y su tío, fue próspero durante unos años, pero en la década de los noventa comenzó a marchar mal, y en 1894 la familia tuvo que mudarse a Pavía, en la Lombardía italiana.

Terminó el bachillerato en Argovia, y a los diecisiete años ingresó en la Escuela Politécnica Federal de Zurich, uno de los centros más prestigiosos en lo relativo a física. Durante su estancia en Zurich se interesó por la filosofía y tomó contacto con el incipiente movimiento socialista. Se enamoró de Mileva Maric, una muchacha serbia, compañera de clase, revolucionaria y feminista, con la que tuvo una hija que dieron en adopción. Se casaron un año después en Berna, donde Einstein había encontrado un trabajo modesto como empleado en la Oficina Federal de Patentes. Albert y Milena tuvieron un hijo, Hans Albert, y fue esta etapa acaso la más productiva de Einstein como científico. En 1904 halló un método para calcular las dimensiones moleculares, trabajo que le sirvió como tesis doctoral. En 1905, su gran año, realizó un trabajo sobre el movimiento browniano, que le valió el grado de doctor, otro sobre el efecto fotoeléctrico que le haría merecedor del Premio Nobel de Física en 1921. Pero el gran hallazgo de Einstein en 1905 fue su teoría de la relatividad especial y la equivalencia masa-energía, que marcó un hito en la ciencia universal, y sería completada diez años más tarde con su teoría de la relatividad general publicada en 1915.


En 1910 nació Eduard, su segundo hijo. Einstein obtuvo la cátedra de física teórica en la Universidad de Praga, donde se trasladaron. En 1913 fue elegido miembro de la Academia Prusiana de Ciencias. Poco después la familia se mudó a Berlín, al aceptar Einstein la dirección del Instituto de Física Káiser Wilhelm. En 1919 Albert se divorció de Mileva, para casarse unos meses más tarde con su prima Elsa Einstein, llamada Elsa Loewenthal por un matrimonio anterior. Con Elsa no tuvo hijos. Se desconoce el destino de aquella primera hija prematrimonial. El primogénito de los varones, Hans, llegó a ser profesor en California, aunque no mantuvo una relación muy estrecha con su padre. Eduard, el menor, padecía esquizofrenia, y su vida transcurrió en diversas instituciones psiquiátricas.


En 1923 Albert Einstein estuvo en España, donde se relacionó con Ortega y Gasset, con el citado Angel Pestaña, y con otros miembros del movimiento anarcosindicalista. Diremos como curiosidad que pasó unos días en Zaragoza, donde se alojó en el Gran Hotel. Se sabe que visitó el Museo Provincial, la Facultad de Medicina y Ciencias, acompañado de Santiago Ramón y Cajal, y que asistió a la representación de una zarzuela en el Teatro Circo.
En 1932, antes del ascenso del nazismo, ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, Einstein abandonó Alemania con destino a Estados Unidos, donde residió hasta su muerte, que se produjo en 1955 en Princeton como consecuencia de la rotura de un aneurisma de la aorta abdominal. Sus cenizas se esparcieron en el río Delaware, aunque un patólogo que participó en su autopsia, conservó el cerebro sin pedir permiso a la familia. De su estudio no parece que se hayan podido extraer hallazgos importantes. Parece que el área relacionada con el razonamiento abstracto y matemático era algo mayor que la media de la población, pero no resulta un dato concluyente.

Como podéis ver, en esta breve semblanza nos hemos centrado en los datos biográficos del personaje. Ya sabéis que en otros artículos nos hemos ocupado y nos seguiremos ocupando de sus hallazgos científicos. Quedemonos pues con la dimensión humana de Albert Einstein. No fue un hombre religioso, y así lo expresó en muchas ocasiones. Estaba orgulloso de su origen judío, pero se mostró crítico con el movimiento sionista. Manifestó repetidamente su amor por la libertad, y finalmente concluiremos dando la razón a los franceses: fue un ciudadano del mundo.

-¿Qué tal con su novia, her professor?
-Lo hemos dejado. Ella me pidió tiempo y un poco de espacio...
...debe estar calculando la velocidad.



jueves, 20 de octubre de 2016

LA MUJER EN EL NEOLÍTICO. BUSCANDO A LA DIOSA MADRE


Con la introducción de la agricultura durante la Revolución Neolítica, aumentaron de forma exponencial las reservas de alimentos, lo que dio lugar a un importante incremento de la población. El esfuerzo de engendrar, parir y alimentar a los hijos, que recae fundamentalmente sobre la mujer, se ve recompensado al advertir que los hijos pueden jugar un papel auxiliar en la nueva economía, vigilando los rebaños, acarreando agua o ayudando en las labores agrícolas. El valor que adquiere la prole en el escenario neolítico, contribuye también a acrecentar el prestigio de la maternidad. Muchos especialistas sostienen que fueron las mujeres quienes tuvieron las primeras ideas sobre el cultivo de las plantas, mientras los hombres pasaban la mayor parte del tiempo en expediciones de caza. Tampoco parece descabellado pensar que las mujeres iniciaron la confección de tejidos o el modelado del barro. Hay quienes quieren ver en los motivos geométricos con que se decoran telas y cerámicas, un claro testimonio de la peculiar psicología femenina. En cualquier caso, no puede negarse el dominio de las madres en las primeras colectividades agrarias y la alta consideración de que gozaron las mujeres fecundas.


Existen abundantes ejemplos en los pueblos primitivos que hacen pensar que entre los grupos humanos del Neolítico cundió la idea de que bajo la tierra late un espíritu fecundo, la Madre Tierra, que se identifica con la mujer. Esta Diosa Madre, también llamada Gran Madre, Diosa Blanca, Potnia Theron o Pacha-Mama por los diferentes pueblos, alimenta a los hombres y a sus rebaños, del mismo modo que la madre amamanta a sus hijos. De esta forma, la mujer fecunda se convierte en la manifestación viva del poder generador de la Tierra Madre. La pertenencia a la comunidad la fija el haber nacido en su seno, lo mismo que los hijos nacen de sus madres. Entre los antiguos pueblos mediterráneos, para adoptar a un extranjero como miembro de una comunidad, se le hacía pasar entre las piernas de la mater familias, escenificando así una imitación del parto. Téngase en cuenta además que en muchas sociedades primitivas la única referencia que establece el parentesco es la madre de la que se nace. La abuela dice a su nieto: puedo jurar que te vi salir de donde saliste, pero no apostaré nada por quién te había puesto allí. Así pues, como dice Engels en El origen de la familia, el reconocimiento exclusivo de una madre propia, en la imposibilidad de conocer con certidumbre al verdadero padre, significa una profunda estimación por las mujeres.

En estas sociedades el elemento masculino aparece en segundo término, semidivinizado al lado de la Diosa Madre, adoptando la forma de un joven o un niño: su hijo Osiris-Adonis. Pensemos en las innumerables madonnas que pueblan la iconografía en los cinco continentes. Démeter, Isis o Astarté son claros precedentes de ellas. A la Gran Madre corresponde el símbolo de la montaña, objeto de veneración en muchas colectividades. Son también símbolos de la Diosa los bosques, las aguas, las hachas de doble filo... La imagen de la Diosa desnuda, con los órganos sexuales resaltados, aparece ya en losetas de pizarra o grabada en piedras y huesos. Tras la muerte, la tierra, madre amantísima, vuelve a acoger a sus hijos en el seno del que habían salido. En ocasiones se identifica el culto a la Madre con el culto a los muertos. La luna, que regula al mismo tiempo las fases de actividad agrícola y el ciclo menstrual de la mujer, se alza como símbolo femenino por excelencia. También la cierva, que se identifica con la tímida doncella de los bosques. Por contraposición son símbolos masculinos el sol, la serpiente, cuya forma recuerda la del pene, y los cursos fluviales.

Esta religión primitiva es propia de las economías agrícolas. Por contraposición, y con la aparición del pastoreo en campo abierto, comienzan a menudear los hurtos, las escaramuzas entre varones de las distintas tribus, que desembocarán en el advenimiento de una casta guerrera con dirigentes masculinos a la cabeza. Surgen así el culto a dioses varones y los regímenes patriarcales, cuyos ejemplos más conocidos encontramos en el área cultural semítica. Sus herederos serán judíos y musulmanes. Abel, el pastor, es en realidad el agresor de su hermano. Se nos presenta como víctima, porque la Historia la escriben siempre los vencedores. En estas nuevas sociedades patriarcales el elemento femenino pasa a ocupar un puesto de comparsa. El dios solar y apolíneo derrota, lanza en ristre, al dragón femenino. En el nuevo orden el jefe del grupo, padre, patriarca o rey, detenta en su persona todos los derechos y toda la autoridad, con un dominio total sobre personas, vidas y haciendas. Los nuevos símbolos de divinidad serán el fuego, el rayo, el martillo, el caballo o el león, entre otros. Zeus triunfa en las cumbres del Olimpo. El oscuro Hades secuestra a Proserpina. El semental rapta a Europa, Dafne es perseguida por el macho en celo, y la delicada cierva es acosada por una jauría de perros de caza. Reniega el hijo rebelde de su madre, la posee y la somete. El fin del matriarcado neolítico marca el comienzo de lo que se ha llamado la Historia.

La tarea de la mujer es extraordinariamente difícil, porque básicamente consiste en tratar con hombres.



lunes, 17 de octubre de 2016

ANIMACIÓN. LA MAGIA LLEGA AL CINE



¡Qué habría sido nuestra infancia sin los dibujos animados! El cine de animación era pura fantasía, magia auténtica por el precio de una butaca.
Poco después de los precursores, McKay, Sullivan o Fleischer, llegó la factoría Disney para instalarse en nuestras vidas. A pesar de que en ocasiones los animalitos humanizados y las inocentes princesitas de la casa resulten un poco cursis, hay que reconocer a Disney sus muchos méritos. Una animación que en ocasiones ha rayado la perfección, un color magnífico y una fantasía sin límites, son todos atributos innegables de la firma. Por otra parte, no conviene olvidar que los creativos Disney han intentado en diferentes épocas innovar e investigar. El largometraje Fantasía fue en los cuarenta casi revolucionario, como lo fueron algunas de las magníficas secuencias de Dumbo, inspiradas en el surealismo daliniano. En los últimos tiempos, la asociación con Pixar ha producido también alguna que otra obra de arte notable. Paradójicamente, estas y otras aventuras estéticas no tenían el mismo éxito en las taquillas que las tradicionales y edulcoradas historias de princesitas. Resultado: Disney ha dado al público lo que el público quería.
Como pequeña y modestísima muestra, os ofrecemos el enlace para ver el cortometraje El jardín de Mickey, una deliciosa producción de 1935 con un color asombroso que se adelantó un lustro al technicolor del cine convencional. Haced clic en la carátula y dejaos llevar por la magia de Disney y las travesuras de Pluto durante unos minutos.

Próxima entrega: sonría, por favor



viernes, 14 de octubre de 2016

GRAVEDAD Y DISTORSIONES DEL ESPACIO. PESO, MASA Y ATRACCIÓN

Publicado en nuestro antiguo blog el 22 de noviembre de 2012

La ley de la gravitación universal formulada por Isaac Newton en 1687 afirma que la atracción gravitatoria entre cualesquiera dos cuerpos del universo es directamente proporcional al producto de sus masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa. Si dos cuerpos se encuentran a un metro de distancia y los alejamos hasta que estén a tres metros, la atracción entre ellos quedará reducida a una novena parte (el cuadrado de la relación de las distancias). Si los separamos diez metros, la atracción se reducirá a la centésima parte. La constante que llamamos de gravitación (G) es realmente muy pequeña.

El peso de un cuerpo es el efecto resultante sobre el mismo de  todas las fuerzas de gravitación del universo. Sin embargo, en la práctica, el peso de un objeto es el resultado del empuje gravitatorio de la Tierra, ya que en la superficie terrestre la masa de cualquier cuerpo es despreciable comparada con la masa de la propia Tierra. Sabemos que un objeto pesa mucho menos en la Luna que en la Tierra, debido al menor tirón gravitatorio. Ahora bien, la masa del objeto no cambia, sigue siendo la misma. Si queremos poner en movimiento un cuerpo que esté en reposo, tendremos que aplicar una fuerza. Cuanto mayor sea la masa de ese cuerpo, mayor será la fuerza necesaria para acelerarlo. En otros términos, para un determinado cuerpo, la relación de la fuerza aplicada a la aceleración que resulta, es constante, y a esa relación le llamamos masa. Por eso, aunque su peso varíe, la masa de un cuerpo es idéntica en la Luna, en la Tierra o en una galaxia muy, muy lejana…


La física newtoniana es asombrosamente precisa, y nos ha servido de maravilla para un montón de aplicaciones prácticas. El problema es que para Newton, lo mismo que para Euclides, el espacio no afecta al movimiento. Los acontecimientos tenían lugar en el espacio, pero éste no tenía la menor influencia sobre ellos. Como tales afirmaciones repugnaban al sentido común, Albert Einstein (¿quién si no?) propuso, en contraposición a la geometría euclidiana y newtoniana, una nueva geometría espacio-tiempo. 
Einstein imaginó el espacio como una superficie curvada y salpicada de baches, lo que llamamos una geodésica, repleta de huecos profundos o suaves. Los objetos de gran masa, como las estrellas y los planetas, descansan en el fondo de profundas simas espacio-temporales, y los de pequeña masa están posados en hoyos superficiales. Al ser la Tierra un cuerpo de gran masa, se asienta en el fondo de un cuenco muy profundo, del que resulta muy difícil salir. Todos los cuerpos en movimiento son pues habitantes del espacio-tiempo sujetos a sus reglas. Siguen en la geodésica la trayectoria más sencilla de un punto a otro. La aceleración se produce porque existen distorsiones en el espacio, pendientes por las que los cuerpos se deslizan con mayor o menor aceleración en función de la inclinación de la pendiente, que depende a su vez de la masa del objeto que repose en el fondo de la sima.



Lo que puede aplicarse a los cuerpos se aplica del mismo modo a la radiación electromagnética de cualquier tipo, incluida la luz, por supuesto. La luz tiende a viajar en línea recta, sin embargo, si una masa provoca una curvatura del espacio, la luz también se desvía. Por ejemplo, en la geodésica espacio-temporal de la Tierra la luz se curva del orden de 1 mm. cada 5.000 Km. ¿Qué ocurriría en un agujero negro? En este caso la masa del objeto es tan inmensa, y la sima espacial tan inclinada y profunda, que sencillamente los agujeros negros no dejan escapar la menor partícula luminosa, ni siquiera un fotón. Por eso no resultan visibles, y sólo existen pruebas indirectas de su presencia debidas a la enorme distorsión que causan en el espacio circundante. Un agujero negro de suficiente masa podría tragarse galaxias enteras. Pero como decía la pícara molinera, esto, queridos míos, es harina de otro costal.

Si mis teorías son correctas, los alemanes proclamarán que soy alemán, y los franceses dirán que soy ciudadano del mundo. En cambio si estoy equivocado, los alemanes recordarán que soy judío, y los franceses insistirán en que soy alemán.  Albert Einstein (judeo-alemán nacionalizado estadounidense y ciudadano del mundo).



martes, 11 de octubre de 2016

LOS AVISOS DE SAN JUAN DE ÁVILA


Juan de Ávila era natural de la villa manchega de Almodóvar del Campo. Nació hacia 1500 en el seno de una familia de conversos. Su padre, Alfonso de Ávila era de ascendencia judía, algo que en aquel tiempo no favorecía demasiado, pero era dueño de una mina de plata que producía sus dineros, algo que favorece en cualquier tiempo. Juan comenzó a estudiar leyes en Salamanca, pero por entonces se implantó en los reinos de España el célebre estatuto de limpieza de sangre, que vetaba el acceso a ciertos cargos y grados a quienes no podían demostrar descender de cristianos viejos, así que Juan tuvo que desistir de su primera vocación. Lo que perdió la judicatura lo ganó la religión. Acaso para demostrar ante todos la sinceridad de su fe, o acaso, como quieren sus hagiógrafos, inspirado por el Espíritu Santo, Juan se retiró a su Almodóvar natal, donde se entregó a una dura disciplina de penitencia y ascetismo. Convencido por algunos religiosos, marchó a estudiar teología a Alcalá, que siendo una Universidad menor, no exigía limpieza de sangre a sus alumnos. Allí trató a Pedro Guerrero, Domingo de Soto, Francisco de Osuna y hasta a Ignacio de Loyola. Recibió las órdenes sacerdotales en 1526. Fallecidos sus padres, Juan de Ávila vendió toda su herencia y repartió el dinero entre los pobres. Tuvo intención de marchar a evangelizar a América, pero el obispo de Sevilla, Manrique de Lara, le disuadió de esta idea, encargándole a cambio la tarea de predicar por tierras andaluzas. Esta actividad valió a Juan el epíteto de Apóstol de Andalucía.

Unos sermones pronunciados en Écija y en Alcalá de Guadaíra, le granjearon fama de erasmista. Denunciado y procesado por la Inquisición sevillana, se vio obligado a retractarse. En su larga etapa andaluza trabó amistad con Fray Luis de Granada y con Cristóbal de Rojas, el obispo de Córdoba. Fundó la Universidad de Baeza, y animó a los seguidores de Ignacio de Loyola a fundar la Compañía de Jesús, aunque oficialmente nunca llegó a formar parte de ella. Es fama que convirtió a dos futuros santos, el portugués Joao Cidade Duarte, futuro San Juan de Dios, y el Duque de Gandía, que llegaría a ser San Francisco de Borja. Falleció en 1569 en Montilla, lugar donde se encuentra su tumba. Fue beatificado en 1894, canonizado en 1970, y elevado al rango de Doctor de la Iglesia en 2012. En 1946, Pío XII le declaró Patrono del clero secular.

En cuanto a la obra de San Juan de Ávila, destacan sus numerosas cartas dirigidas tanto a diferentes figuras eclesiásticas de su época, como a todo tipo de personas, muchas de ellas humildes, que conoció a lo largo de su vida. También fue autor de varios opúsculos de gran altura teológica, algunos de ellos esgrimidos por obispos o por jesuitas españoles en el Concilio de Trento. En biblioteca Bigotini traemos hoy el enlace para acceder a la versión digital de sus Avisos y reglas cristianas para los que desean servir a Dios. Están escritos con una prosa sencilla, sin el menor adorno barroco, como corresponde a un manchego paisano de Sancho Panza. Lo mismo que Sancho, San Juan de Ávila utiliza profusamente los refranes. Haced clic en la ilustración y empapaos bien de los avisos y reglas de este santo que fue también excelente escritor. No dejéis de leerlos, sobre todo si aspiráis a servir a Dios. Adiós, muy buenas.

La resignación es un suicidio cotidiano. Honoré de Balzac.



sábado, 8 de octubre de 2016

EL ORIGEN DE LA VIDA



Publicado en nuestro antiguo blog el 14 de enero de 2013

Miller
En 1953 Stanley Miller llevó a cabo una serie de experimentos en colaboración con Harold Clayton Urey. Quería demostrar la posibilidad de síntesis de compuestos orgánicos a partir de metano, amoniaco, hidrógeno y vapor de agua, los elementos simples que se suponían integrantes de la atmósfera primitiva terrestre hace aproximadamente 4.000 millones de años. Miller se inspiró en las ideas de pioneros como el ruso Alexandr Ivánovich Oparin y el británico John Haldane, quienes ya en la década de 1920, habían propuesto la teoría de que la vida, los organismos vivos, podían desarrollarse, tenían que haberse generado en la Tierra primitiva a partir de sustancias y compuestos abióticos.

Miller estableció inequívocamente que los compuestos orgánicos pueden sintetizarse partiendo de una mezcla sencilla de gases de composición semejante a la de la atmósfera primitiva propuesta por Oparin. La fuente de energía utilizada para la síntesis fue la descarga de chispas eléctricas. Los exitosos experimentos de Miller marcaron un hito en la historia de la ciencia, y vinieron a confirmar el triunfo de las llamadas ideas materialistas acerca del origen de la vida.


Oparin
En los diez años siguientes se probaron una diversidad de mezclas de gases y se emplearon distintas fuentes de energía, desde los ultrasonidos a los rayos gamma. Además de los gases, compuestos sencillos en disolución tales como formaldehído y glicol, junto con nitratos u otras fuentes de nitrógeno, han sido empleados con éxito en la síntesis de compuestos orgánicos. El número y variedad de compuestos orgánicos que pueden formarse bajo estas presuntas condiciones primitivas es sorprendente. Los aminoácidos aparecen casi invariablemente, además son del tipo alfa-amino que se asocia estrechamente con los organismos vivientes. Otros productos registrados como sintetizados bajo condiciones terrestres primitivas incluyen una diversidad de ácidos orgánicos, aldehídos, cetonas, alcoholes, amidas, aminas, purinas, piridinas, nucleósidos, nucleótidos y algunos polímeros de nucleótidos, porfirinas, polímeros glicosídicos y polímeros de aminoácidos (proteinoides).

Haldane
Los trabajos de estos precursores han probado que en determinadas condiciones y de manera espontánea, por lo tanto, sin intervención de voluntad superior alguna, pueden formarse (se infiere que se formaron en su momento) las moléculas complejas, coacervados y agregados moleculares que constituyen los materiales de construcción que forman las cosas vivas. El problema siguiente es saber cómo estos materiales de construcción se organizaron para formar un virus o un gen, las mínimas unidades de ADN capaces de autoreplicarse, ya que ambas no pueden funcionar en ausencia de un sistema metabólico bien coordinado que incluye al citoplasma y al material nuclear.

En todo caso, lo sustancial de los experimentos de Miller y el resto de esta línea de investigación es que, como ya os hemos dicho en reiteradas ocasiones, queda probado que existen unas reglas, un método según el cual los elementos más simples se organizan para formar compuestos de una gran complejidad. No parece demasiado aventurado suponer que también deben existir unas reglas para que a partir de estos ladrillos pueda construirse un edificio vivo.


De hecho, y aunque todavía no hemos sido capaces de desentrañar esas reglas, alrededor del origen de la primera cosa viviente se han acuñado ya una serie de términos tales como biopoesis (historia química de la formación de la vida), eubionte (el primer organismo vivo) o sistema prebiológico (macromolécula candidata a eubionte). Del mismo modo, los evolucionistas manejan el concepto de selección natural para referirse al proceso por el que pudo haber tenido lugar la predominancia de un tipo de molécula sobre otro tipo posible, o el proceso por el que un sistema macromolecular no viviente pudo crecer y hacerse cada vez más complejo para convertirse en un bionte

Si Dios existe, espero que tenga una buena excusa.  Woody Allen.



miércoles, 5 de octubre de 2016

SIR ISAAC NEWTON Y EL AMANECER DE LA ERA CIENTÍFICA


Si obligaran al profe Bigotini a nombrar los tres científicos más influyentes de la Historia, no dudaría en responder: Aristóteles, Newton y Einstein. Hoy en nuestra sección protagonistas de la ciencia nos ocuparemos de la colosal figura de Sir Isaac Newton, que de los tres mencionados es el pilar central cronológicamente hablando. Por ese motivo a Newton correspondió el que acaso sea el papel más difícil y de mayor mérito, pues su persona y su obra fueron decisivas en el tránsito desde una especie de protociencia a la verdadera ciencia. El método científico introducido en su generación inauguró una nueva era de progreso sin precedentes. Dicho en otros términos, Aristóteles y otros que le siguieron formularon las grandes preguntas. Einstein y la generación de hombres de ciencia contemporáneos hallaron y siguen hallando lúcidas respuestas para alguna de esas grandes preguntas. A Newton y otros gigantes intelectuales de su tiempo cupo el honor de ser quienes dieran con el método y establecieran las fórmulas para ir resolviendo aquellas grandes cuestiones. Newton y otros como él inventaron la Ciencia con mayúscula.


Nació Isaac Newton en Woolsthorpe, Lincolnshire, un día de Navidad de 1642, justo el mismo año en que murió Galileo, por cuya obra Newton manifestaría siempre una gran admiración. Su padre era un agricultor puritano que contaba con razonable hacienda. Isaac nunca llegó a conocerlo, pues murió antes de su nacimiento, lo que obligó a su madre a contraer nuevas nupcias con un tal señor Smith, por quien el joven Newton nunca sintió gran aprecio. A los doce años fue enviado al King's School de Grantham, donde estudió latín, griego, geometría y aritmética. De esta primera etapa escolar se conservan anotaciones suyas en dos libros: Las Metamorfosis de Ovidio y el Píndaro, de donde deducimos que a esa edad se sentía inclinado por lo que podría llamarse literatura de evasión, algo por otra parte muy natural.

Fue en esta etapa preadolescente cuando según algunos de sus biógrafos, Newton vivió su primera, última y única experiencia amorosa con una niña llamada Catherine Storer, a la que colmaba de atenciones e incluso llegó a obsequiar con una casa de muñecas que él mismo había fabricado. Después de aquello no se tiene noticia de ninguna otra relación con el sexo opuesto. Al parecer el joven Isaac era un notable artesano. En su habitación fabricaba maquetas y un sinfín de artilugios de madera, entre otros la reproducción de un molino de viento cuya noria propulsaba un ratón. También sobresalía en el dibujo, la captura de pájaros, la construcción de relojes o la fabricación de tintas de colores. Todo un manitas. A los 18 años ingresó en Cambridge, en el prestigioso Trinity College. Allí lo que más atrajo su interés fue la magnífica biblioteca, donde pasaba la mayor parte del tiempo, faltando a las clases con frecuencia. Se graduó con notas mediocres, pero para entonces ya había aprendido de memoria la Clavis mathematicae de William Oughtred, la Geometría de René Descartes, la Óptica de Johannes Kepler, la Opera mathematica de Viète y la Aritmética de Wallis. Con semejante bagaje, Newton aventajaba en conocimientos a muchos condiscípulos de los considerados más brillantes.

Lo siguiente fue familiarizarse con los trabajos de Galileo, Fermat y Huygens, a quienes sin haber llegado a conocer, consideró siempre sus maestros, manifestando por ellos gran veneración. Pero Newton era hombre apasionado, capaz también de odiar con el mayor encono. Tres fueron a lo largo de su vida, los principales blancos de sus invectivas: Hooke en el terreno de la óptica; Leibniz en el de las matemáticas, por las disputas que ambos mantuvieron en relación con el cálculo diferencial; y la Iglesia Católica, así en general, por motivos estrictamente teológicos. Sucedió a su maestro y mentor, Isaac Barrow en la Cátedra Lucasiana de matemáticas, y fue en esta etapa cuando Newton desarrolló la mayor parte de su gran obra intelectual. Al abandonar Cambridge se trasladó a Londres, donde ocupó diferentes cargos, entre otros, los de magistrado, preboste real, miembro del Parlamento y director de la Casa de la Moneda.

Entre sus logros científicos destacaremos el teorema del binomio, la ley de la gravitación universal, el método de fluxiones, sus trabajos en óptica y teoría cromática, el perfeccionamiento de la geometría analítica o el cálculo diferencial e integral. Su obra cumbre, Philosophiae naturalis principia mathematica, publicada en 1687, y conocida universalmente simplemente como Principia, significó un antes y un después en la Historia de la ciencia. En ella se contienen los enunciados y desarrollos de las célebres tres leyes de la dinámica: ley de la inercia, ley de la interacción y la fuerza, y ley de acción y reacción. También en los Principia apareció la célebre Ley de la gravitación universal, que para muchos entre los que nos incluimos, marca el momento culminante de la Revolución científica. Si bien el modelo de universo propuesto por Newton presentaba aun ciertas lagunas que en parte han sido llenadas por la teoría de la relatividad de Einstein y por otros descubrimientos posteriores, es necesario reconocer que el universo newtoniano “funciona” a la perfección. Por poner un ejemplo, toda la tecnología de los viajes espaciales de los últimos cincuenta años se ha diseñado y construido siguiendo los principios físicos formulados por Newton hace casi cuatro siglos.


Falleció en 1727 a los 84 años de edad. A pesar de que en vida su talento fue reconocido de forma unánime, siendo objeto de grandes honores y homenajes, sus últimos años se vieron ensombrecidos por las interminables disputas y controversias que mantuvo con otras figuras de la ciencia (el caso de Leibniz fue el más conocido), sin duda fruto de su carácter agrio. En un análisis practicado en el siglo XX a sus restos, se encontraron cabellos con un alto contenido en mercurio, probablemente a causa de los experimentos alquímicos que solía realizar. Esto podría explicar en parte sus tendencias depresivas y paranoides.

Concluiremos rindiendo también nosotros homenaje a la memoria de Isaac Newton, probablemente el científico más importante de todos los tiempos. Él fue el primero en describir el funcionamiento físico del universo, y quien inauguró un periodo de grandes descubrimientos, en el que la confianza en la razón parece no tener límites. Deseamos fervientemente que así sea.

Escojo a mis amigos por su carácter y a mis enemigos por su talento. Oscar Wilde.



sábado, 1 de octubre de 2016

CHARLES DANA GIBSON Y LA GIBSON GIRL


Este genial ilustrador nació en Roxbury, Massachusetts, en 1867. Dueño de un talento innato para el dibujo, Gibson comenzó a dibujar con sólo 11 años, cuando trabajaba como aprendiz en el estudio de un arquitecto. Pionero en muchos campos, fue el primer ilustrador que cobró dinero por su trabajo en una revista prestigiosa como Life. Muy pronto sus espléndidos trabajos se hicieron imprescindibles para el mundo gráfico tanto americano como británico. Publicó sus dibujos en la citada Life, y también en otras publicaciones populares como Time, Collier's o Harper's Weekly. Su pluma adquirió un absoluto dominio de los gestos, las expresiones y las actitudes corporales. En la muestra de ilustraciones que os presentamos, se incluyen algunas de sus obras más conseguidas en este sentido.

Pero lo que ha hecho que Charles Dana Gibson ocupe un puesto de honor en la ilustración mundial, fue su famosa Gibson girl, probablemente el primer arquetipo gráfico de mujer. Una mujer americana del cambio de siglo XIX-XX, con una proyección inusitada. La mujer, las mujeres de Gibson son sorprendentemente modernas para su época. Hay en ellas una suerte de protofeminismo, y no en balde las sufragistas de las primeras décadas del siglo XX utilizaron su imagen repetidas veces. De mirada lánguida e intensa, la bellísima Gibson girl es siempre en sus viñetas el centro de la atención y de todas las miradas. Es una mujer culta e inteligente, situada siempre un peldaño por encima de los tipos masculinos que la rodean. Al parecer el ilustrador se inspiró para crear el arquetipo en su propia esposa, Irene Langhorne y en su cuñada lady Nancy Astor, casada con un miembro del Parlamento británico.

Gibson falleció en Nueva York en 1944. En estos recorridos que hacemos periódicamente por la Historia del comic y la ilustración, os dejamos hoy una pequeña muestra de su arte inimitable.